El gobierno catalán, que pese a sus inmensas competencias legisla más bien poco y mal, ha decidido otorgar diplomas a las víctimas del franquismo; dejando a un lado el ahorro considerable de dinero que supone que los premiados puedan vacilar con diplomas y no con medallas, devaluado el metal tras el asunto Millet, volvemos a toparnos con el sectarismo al servicio de la estupidez, con el frentepopulismo redivivo setenta años después de su defunción por causas más bien naturales y con esa contradicción en sus propios términos que es la memoria histórica. Y es que ya no se trata de que este tripartito ignore-es lo habitual- a las otras víctimas, ésas que durante la guerra eran fusiladas por sus creencias religiosas, por lucir traje y corbata o tener una pequeña empresa en la que daban trabajo a sus propios verdugos, sino de que entre las muchas víctimas de la guerra civil en Cataluña hay un buen puñado de hombres de izquierda-del POUM principalmente- y anarquistas, tipos que pasaron a mejor vida tras los sucesos de mayo del 37 y que desfilaron por las mismas checas que antes coparon las gentes de misa y comunión diaria. Claro, que ahí la responsabilidad pertenece a los comunistas, y el consejero Saura, promotor de esta melonada, viene de las filas del PSUC, un partido que siempre sostuvo que Andreu Nin era un agente de Hitler, o de Franco.
viernes, 15 de enero de 2010
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5 comentarios:
excelente puntualizacion. sorprende que aun hoy no nos hayamos dado cuenta de que nos hallamos sometidos por la nomenklatura.
El agitprop, eso; pero nadie defiende lo contrario..así estamos.
por suerte aun queda gente culta como usted que nos da animos. adelante con la resistencia! vivimos en una nueva guerra fria!
Ha sido un placer conocer tu blog. No sólo está bien escrito, sino que además defiendes tus ideas con una valentía y una elegancia digna de encomio. Ojalá otras gentes del NJ no fuesen tan groseras y lanares.
Oiga, lector, el Nj se fue al carajo cuando los administradores se endiosaron y creyeron que aquello era un diario de referencia, o la herencia de Arcadi. Siga, buen Reinhard, algunos resistimos.
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