Por Bremaneur
El 4 de septiembre de 1962, Ernst Mundt quiso huir por el sumidero de la libertad. Nació el 2 de diciembre de 1921 en Bad Polzin, actualmente Polczyn-Zdroj (Polonia). Residía en Prenzlauer Berg, uno de los barrios del este de Berlín. Carpintero de profesión, vivía solo en un piso cuya renta pagaba gracias a una pensión por invalidez. Al parecer, mantenía contacto por carta con su madre, que estaba al otro lado del muro. Ese cuatro de septiembre, Ernst Mundt cogió su bicicleta y se dirigió al cementerio de la Bergstraße. Se dirigió al muro. Cuando estaba a unos cincuenta metros, le vio un suboficial de la Grenzpolizei (policía de la frontera). Disparó un tiro de aviso cuando Ernst Mundt había avanzado unos veinte metros más. Y cuando sólo se encontraba a unos dos o tres metros del muro, cayó por un segundo disparo que le dio en la cabeza. El disparo se había efectuado desde unos cien metros y, por lo que dicen, el sombrero de Mundt voló por encima del muro, hasta la zona oeste. Ernst Mundt, herido de muerte, falleció poco después en un hospital militar. La zona cercana al lugar donde Mundt murió fue acordonada, y unas treinta personas se apostaron para ver lo sucedido. Al otro lado del muro, en el agujero de la libertad, se apostaron varios vehículos médicos y militares cerca del bar Bernauer Eck y unos ciento cincuenta curiosos y testigos. Honecker fue debidamente informado al día siguiente. Los oficiales encargados del puesto de vigilancia fueron condecorados. Se llegó a decir que incluso la mujer de Mundt había felicitado a los asesinos de su marido. Extrañado por semejante actitud, y al ver que los datos no coincidían (creía que Mundt era soltero), decidí preguntar al Centro de Documentación del Muro, que tuvo que revisar sus documentos y borrar de la página web esa información, que era falsa. Actualmente la zona del muro de la Bernauerstraße, que incluye el cementerio donde Ernst Mundt fue asesinado, está siendo reformada para crear un memorial que explique cómo se construyó el muro y cuál es la esencia de su abyección.
4 comentarios:
Tremenda historia, Bremaneur, y buen trabajo de investigación: siempre hay que dudar. Lo del estado civil de Mundt, curioso, o terrible.
Así es, Reinhard. Lo de la mujer debió de ser algún rumor que tomó visos de realidad. Nadie se tomó la molestia de comprobarlo.
Lo que más me ha llamado la atención del listado de víctimas del muro: hay algún "unbekannt". Desconocidos. Eso sí que me impresiona.
Lo primero que pensé cuando vi el museo del muro de la Bernauer fue que aquello era insignificante, muy poquita cosa; espero que lo nuevo esté a la altura de la historia.
Esta historia es un perfecto de lo que ocurrió en el Muro: del ansia de libertad de unos y la brutalidad asesina de otros, de las manipulaciones políticas y las desgracias personales y tantas otras cosas.
Un saludo y felicidades por este interesante blog.
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