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jueves, 19 de noviembre de 2009

Bobas



No hace mucho, y a la vista de una esas estadística que tan bien se pagan, la boba de la fotografía se lamentaba de cómo y de qué manera se estaban dando más y más sangrantes casos de violencia de género-doméstica en este caso sería incorrecto-entre jóvenes. Siempre nos dijeron que este fenómeno hundía sus raíces en el machismo ancestral de la sociedad española, perniciosa herencia de cuarenta años de franquismo, y en una educación sustentada en los valores de esa dictadura. Era el símbolo más brutal- Exposición de Motivos de la Ley-de la desigualdad existente en nuestra sociedad, al tratarse de una forma de violencia que se dirige contra las mujeres por el hecho mismo de serlo. Y ahora, cuando se demuestra que es un problema que en muchos supuestos tiene a los jóvenes como protagonistas, los gestores del desaguisado ponen el grito en el cielo y sin rubor de clase alguna afirman que algo habremos hecho mal, ignorando que esos nuevos maltratadores son los mismos jóvenes que queman indigentes en cajeros o apalizan docentes. Miraban para otro lado cuando expertos en la materia señalaban que éste era un problema tan generalizado en el mundo desarrollado- un país como Suecia, paradigma de sociedad avanzada, lidera el ránking de mujeres muertas por esta causa- que no dejaba de ser una muestra más de esa violencia gratuita que tanto estudio-antropológico, jurídico, filosófico- genera. Parece que ahora, y a la espera de nuevos parches legislativos para mitigar el problema y lucir mejores estadísticas en ruedas de prensa, han dado con la solución más ingeniosa: educación sexual a la más tierna edad y pajas por un tubo. Que desfoguen, coño.

2 comentarios:

tolerancio dijo...

Para todo roto un descosido. Y si una teoría no sirve se inventa otra. Cierto, sr Reinhard, que en su día dieron la brasa con la herencia machista del franquismo... despachada esa teoría impondrán otra: la maldad, la brutalidad congénita estructural del macho de la especie... a eliminar mediante la experimentación genética a la vuelta de una décadas y dejar un mundo limpito, sostenible, con un toque femenino, para amazonas de tendencia sáfica.

Por cierto para los cursillos de Extremadura, esos que se traen entre manos y cuyo premio no es el aprobado, sino el suspenso para repetir el ejercicio, propongo emplear como material docente fotos de la ministra pues auqneu boba y mucho, admítalo, está la mar de rica.

Reinhard dijo...

Por esa senda caminamos, Tolerancio, y todo es empeorable; la de la foto no es mi tipo: demasiado niña, hasta que pase por un taller extremeño.....