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martes, 23 de marzo de 2021

Los legatarios de ETA

 


Los proetarras de Bildu indican a la autoridad competente, en esta caso la presidenta del Congreso, que no aceptarán que se les defina como los herederos de ETA, lo que equivale a una petición tácita de que el uso de ese sintagma sea sancionado según los usos y costumbres de la noble cámara de próceres. No sorprende la iniciativa en estos tiempos del lenguaje inclusivo, buenismo político y otras zarandajas similares, si bien, en el fondo y en la forma, los proetarras tienen razón. Y es que según las normas más elementales del Derecho de Sucesiones, el heredero, salvo que acepte la herencia a beneficio de inventario, cosa que no consta hayan hecho los bildutarras, se coloca en el lugar del causante aceptando lo bueno y lo malo, derechos y obligaciones, activo y pasivo.

Por el contrario, a la vista de lo anterior y sobre todo teniendo en cuenta la historia reciente y actual de este maltrecho país, es más correcto definir a la tropa de Bildu como legatarios de ETA, pues el legado es una atribución particular que hace el testador y que generalmente suele ser bastante jugosa. Es, pues, innecesario extenderse en la explicación, ya que es evidente los legatarios de la banda terrorista han adquirido lo bueno-presencia en las instituciones, dinero a mansalva e influencia política-sin que paguen tributo alguno por los crímenes de sus causantes o testadores. Todo esto lo explica muy bien Rogelio Alonso en La derrota del vencedor, Alianza Editorial, obra impagable e imprescindible para conocer el triste colofón puesto a nuestra particular historia de la infamia.


2 comentarios:

Fuga dijo...

Rogelio Alonso La derrota del vencedor

Oído cocina. A por él...

Reinhard dijo...

Muy recomendable, Fuga. El relato no oficial de la presunta derrota de la ETA.