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jueves, 6 de junio de 2013

De las penas y su cumplimiento



Casi al mismo tiempo que el Tribunal Constitucional decidía que Otegui siguiese en prisión hasta que se resuelva su amparo, otra curia ordenaba que una mujer que mandó al otro barrio al violador de su hija  debía cumplir una condena de cinco años y medio, toda vez que el gobierno había denegado su indulto. La legalización de Bildu y la escandalosa suelta de Bolinaga han provocado que el batasuno más ilustre se quede sin bonus para una rápida reinserción, mientras que la mujer justiciera, dicho sea en el mejor y más coloquial sentido del término, ha llegado tarde a la cola que se forma en el ministerio de Gallardón  a la búsqueda de una gracia que tiene más de divina que de humana y que de momento acaparan políticos y banqueros corruptos.

La voz corre como la pólvora y el justiciable sabe que el sistema es garantista al máximo, de ahí que antes de entrar en un sórdido establecimiento penitenciario se quemen todos los cartuchos disponibles por lo civil y lo criminal. De lege ferenda, y dado que por mandato constitucional la justicia emana del pueblo, tal vez sería aconsejable instaurar una suerte de iniciativa legislativa popular-al estilo de Stop Desahucios y otras zarandajas-que con miles de firmas impida que una persona dé con sus huesos en prisión si el crimen cometido goza de la simpatía del común de los mortales. Para delitos como el de Arnaldo, hombre de paz, siempre quedará la oportunidad política y la cintura de jueces y ministros.

9 comentarios:

Señor Ogro. dijo...

Pues creo yo, que esta señora, que hizo MUY BIEN quemando al violador de su hija (y digo bien, ya que el sistema se preocupó de no hacer justicia al sacar a ese animal), debería seguir en la carcel.

Y que haya N-mil injusticias en forma de indultos y chanchullos no me vale un carajo. Tengo la alocada idea de que la solución suele ser acabar con los errores (indultos), no ahondar en dichos errores.

Reinhard dijo...

Comparto la opinión de que esta mujer no debe pisar una cárcel, pero dada la hipocresía del gomierdo en el tema de indultos, abogo porque casos de este tipo se sometan a la opinión de los ciudadanos para obligar al parlamento a retratarse. ¿No dicen que la justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por jueces y magistrados, ejem, independientes y bla, bla?

tolerancio dijo...


no sé... creo qu ela venganza es disculpable y comprensible,pues es humana, auqnue sea punible, pero en este caso a la señora se le fue la mano un pelín con la gasolina... quizá si hubiera legido otra modalidad vengativa menos abrasiva, qué sé yo... un tiro con una recortada, un hachazo en la cabeza... tengo mis dudas, sin saber del caso salvo los titulares que he leído... en fin...

Reinhard dijo...

En efecto, Tolerancio: es condenada por asesinato por haber quemado con gasolina al violador. Alevosía, vamos.

El hachazo y el tiro, disimulando un poco y mediando una acalorada discusión, hubiese dejado el asunto en homicidio pero con alguna eximente completa. Pero tampoco negaremos a esta mujer la gloria de ver cómo ardía este fulano.

Herep dijo...

También podría haberle asaltado en plena rúe y haberle vendido unas preferentes... así seguro que el indulto habría caído por su propio peso.
Ahora en serio: la Justicia en España es un cachondeo.

Sí, lo sé... he intentado ser serio, pero eso hace mucho que se perdió en España.

Reinhard dijo...

¿Cómo no va a ser un cachondeo, Herep, si el poder político elige al poder judicial? De la dependencia al cachondeo sólo hay un paso.

tolerancio dijo...

la venganza que propone el señor Herep me parece el rien ne va plus del sadismo, pero es cierto que el indulto en ese caso no tendría discusión: habría sido cosa hecha... no digo nada si encima le regala la discografía completa de Nuria Feliu... ya para rematarlo.

Reinhard dijo...

O de Dyango, Tolerancio, al que promete dedicarle alguna cosilla el fin de semana.

tolerancio dijo...


Lo de dyango ha sido la pera limonera... de verdad que...