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miércoles, 11 de julio de 2012

No te vayas de Navarra



O dicho de forma más prosaica, la vida sigue igual. Y es que ya lo ha sentenciado el Tribunal Constitucional en más de una ocasión, el rechazo formal a la violencia basta y sobra para muchas cosas, sin que una interpretación rígida de  la ley pueda dejar en pelotas al sagrado pluralismo político ni al derecho de participación. Y como de participar en la fiesta se trata, qué bueno sería que el próximo intento de celebrar ese Riau-Riau contase con un peculiar cordón policial en previsión de incidentes, una hermandad que estuviese formada por esos magistrados del TC, algunos jueces de vigilancia penitenciaria, educadores de prisiones y políticos particularmente sensibles con esta historia. Tras los capones de rigor, y en un ejercicio de generosidad, algunos sabríamos perdonar a los agresores y celebrar que había estallado la paz. Que siga la fiesta.

5 comentarios:

Señor Ogro. dijo...

Ahora mismo comentaban por la radio como un miembro de Amaiur amenazó a unos chavales por celebrar los triunfos de la seleccion española.

El eructo debió ser algo como "voy a tener que sacar la pistola y meteros dos tiros".

Algo muy pacifista oigan, tal y como demanda el Tribunal Prostitucional y sus miembros Regresistas.

tolerancio dijo...

Yo también lo he oído. Parece que era un concejal de San Sebastián. Los agresores del riau-riau cumplen sus tradiciones escrupulosamente. Creo que en el programa de actos de la fiesta de la peña pro-etarra figuraba el siguiente punto: "sacudir alegremente al personal". Lo dicho, respetuosos con las tradiciones.

Aitor Mento dijo...

Se trata, en lo que dice don Ogro, de nada menos que del secretario del alcalde de San Sebastián.

He aquí la noticia.

Señor Ogro. dijo...

Lo "han dimitido-destituido".

Todos sabemos porque, no por lo que hizo, sino porque le han pillado.

¿O alguien cree que el alcalde de Ñoñosti no comparte lo expresado por su secretario?

Reinhard dijo...

Señores, por favor, tal y como sostiene la chusma togada, no conculquemos el sagrado pluralismo político ante este glorioso estallido de la paz.