De esta liquidación por cierre que nos devora, y ahora con un estado de alarma que suena a cachondeo de la factoría Ozores, nadie se salva, aunque algunos sacan la tajada justa para ir tirando hasta el próximo golpe de efecto . Así, tras el puente aéreo que Fredo y Pepiño diseñaron en algún búnker secreto de la Moncloa para mayor gloria de los que se largaban a ver esa metáfora de los derechos adquiridos llamada Mickey Mouse, todo parece más suave, menos intenso, por lo que pasa muy desapercibido que los ropones de la Audiencia Nacional hayan absuelto a un amortizado Otegi de un delito de enaltecimiento del terrorismo por aquella vieja historia de Anoeta, festival folclórico que no fue más que un canto a la paz a través de la negociación, algo muy parecido al chivatazo del Faisán, al trato dispensado a De Juana o al más novedoso gasto público en el ámbito penitenciario, esos tratamientos de fertilidad de los que puede salir como papá de mellizos uno de los asesinos de Ernest Lluch, hombre también de paz y talante negociador al que mataron como a un perro en el garaje de su casa. Mutatis mutandi, imagino a la estólida Gemma Nierga empujando a su manera: ustedes, que pueden, procreen.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Es verdad, con lo poco que saben de cosas buenas,incluso de cosas regulares, de marrullerías es que se las saben todas, es en lo único que pueden aportar saberes, es increíble. Saludos, amigo Reinhard
La Nierga, esa cosa progre...
Oh, y yo que pensaba que ya ni existía, qué memorables sus palabras, cuánta bajeza, cobardía y rabia mal dirigida.
Que la zurzan.
Esas palabras recuerdan mucho a las actitudes desatadas tras el 11M: la culpa era de Aznar, no de los cabrones que pusieron las bombas.
¿Qué disposición legal obliga al estado español a financiar el tratamiento de fertilidad de dos presos? ¿En algún país del mundo existe algo semejante?
Pregunto en serio. Gracias.
Por lo poco que sé del tema, en circunstancias normales, y para personas normales, sí se financian esos tratamientos por la sanidad pública, auqnue con determinados requisitos, y siempre con unas listas de espera del copón.
No creo que haya una normativa específica para presos, pero con este gobierno todo es posible. Lo habrán solicitado los interesados y así se lo habrán concedido, y así lo pagamos todos. Esto, aunque en quiebra, sigue siendo el estado del bienestar. Sobre todo para algunos.
Muchas gracias, señor Reinhard.
Publicar un comentario