La vuelta a la cruda realidad que trae siempre consigo el mes de septiembre nos deja a un camarada Sánchez con mal aspecto, francamente malo, como si fuese un adicto al fentanilo o algo parecido. En cualquier caso, estupefaciente fue la entrevista en plan baño y masaje que le hicieron en Televisión Espantosa y que nos obliga a deducir un par de cosas: que el camarada no está bien y que, salvo milagro, la legislatura se completará hasta el final. Paciencia.