martes, 25 de octubre de 2016

Justicia para todos



Asistimos estos días a dos episodios que demuestran, solo en apariencia, el odio y el amor por España, y más concretamente por la justicia española. Un concejal separatista-indiferente el partido al que pertenezca porque en Cataluña casi todos los concejales quieren la separación-se niega a comparecer ante un tribunal español, alegando que no reconoce  a dicho Estado ni a su autoridad sobre sus ciudadanos; a la vez, un psicópata brasileño, y descuartizador en sus ratos libres, se entrega a las autoridades españolas para purgar aquí su pena de una manera más cómoda y segura que en su país. El segundo entiende que en Brasil, con esas prisiones y el crimen cometido, es hombre muerto; el primero sabe que su insumisión no tiene castigo añadido y lo convierte en un héroe entre los suyos. Pero uno y otro tienen una cosa en común, pues las apariencias engañan: son devotos, por su blandenguería, de la justicia española. 

6 comentarios:

  1. Esas son las consecuencias del Estado excesivamente garantista que padecemos.

    Por un lado, nos traemos al brasileño descuartizador porque sabe que, precisamente por razón de su crimen, aquí le vamos a enviar a una cárcel/hotel y además con cobertura de seguridad para que nadie tenga la posibilidad de imitar en él lo que él hizo con su familia.

    En cuanto al concejal insumiso y sedicioso, sabe que su chulada le saldrá gratis además de subirlo a los altares del independentimo.

    Con lo fácil que sería, cuando menos, enviarle a un par de picoletos (pero de los de bigote, capote pluvial y naranjero) aunque sólo fuera para escoltarlo hasta la sede la Audiencia Nacional en Madrid. Seguro que en el camino necesitaría cambiarse de ropa interior en múltiples ocasiones y se le bajaría esa chulería con la que aparece en la puerta de su Ayuntamiento, debidamente arropado y jaleado por el resto de sus estúpidos compinches.

    Pero no hay glándulas (gonadales, naturalmente), y así nos va.

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  2. lo peor de casa y lo peor de fuera en armónica convivencia... el edén sobre la tierra... muy atinada conclusión, don reinhard...

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  3. Buena comparación, Reinhard. Imagino las cárceles de Brasil plagadas de travelos carnavalescos y hacia allí mandaba al concejal de la CUP.

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  4. Una cuestión, queridos amigos: ¿cómo celebrarán ustedes eso de que el sábado tengamos ya gomierdo? ¿Bebiendo? ¿Comiendo? ¿Cantando? ¿Les hace ilusión? o por contra, ¿les causa depresión?

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  5. yo he follado hoy como a los 17. Tal es la emoción que me embarga.

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