Aficionado a darle a la maquinita de fabricar indultos desde el inicio de su singladura, y sólo para casos que tienen mucha repercusión mediática y poca necesidad de reinsertar a nadie, este gobierno vuelve a las andadas y concede la gracia a dos militares condenados por la sangrante chapuza del Yak-42, lo que les permitirá volver a una carrera de la que con justicia fueron apartados por falsarios. Mal fario tuvo desde un principio la dramática liturgia-identificación y repatriación de un montón de cadáveres-que acompaña a este tipo de desgracias, pero dos peligrosos elementos batallaron para que la tragedia deviniera en farsa: el ministro del ramo, un estólido sin parangón en la cosa pública española, y el peor de todos, mando supremo de aquellas víctimas, un desocupado que metió prisa porque no estaba dispuesto a presidir sesenta y dos funerales de Estado. Odia el delito y compadece al gobierno, magro consuelo para aquellos que creyeron en una regeneración de la vida pública tras casi ocho años de infamia y sectarismo.
Parece que están cogiendo el tranquillo a esto del indulto. Tal vez con miras a cosas parecidas con los etarras.
ResponderEliminarLa verdad es que la "regeneracion" que están mostrando se parece mucho a la montaña de mierda de antes.
Lo peor y más grave es que empiezan a mostrarse obscenos, y mucho.
ResponderEliminarY sí, están engrasando la máquina con vistas a la hoja de ruta y su culminación.
Debe ser esta la tan famosamente cacareada "regeneración democrática".
ResponderEliminarMás bien parece ser una "regeneración de la Mafia", a base de indultos entre compadres.
Vaya por delante, Herep, que como buen taurino aprecio la gracia del indulto, pero sólo cuando el agraciado lo merece. Lo demás es peronismo.
ResponderEliminar